El arquitecto y diseñador Jorge Rangel, en Barcelona, acaba de entregar una nueva vivienda Casa Moncada. Se trata de un piso completamente reformado de 100 m² que el proyecto de renovación lo devuelve a la vida en una paleta de colores negro, blanco y oro. Varias habitaciones pequeñas se convirtieron en un gran espacio de vida .... y que alberga una gran bañera de hidromasaje. Las paredes del piso antiguo, contrastaban entre si; ahora vestidas de blanco casi virginal y de un gris ceniza, y todas ellas perfectamente vestidas con largos cortinajes negros y blancos. La zona del comedor está perfectamente iluminada con una lámpara araña con decenas de pequeñas luces que destellan y se reflejan en la mesa ovalada de cristal negro. Los techos eran abovedados y en color blanco, y para romper esa monotonía, el arquitecto ha instalado unos plafones de pladur, en formas angulosas, que en su interior esconden unas luces de neón cálido, que iluminan esos momentos mas íntimos que se vivirán en la zona de estar. Los sofás son de líneas rectas, con una inspiración a los puff pero con ruedas, permitiendo la versatilidad.
En el suelo, un parquet de madera natural teñido en balnco e instalado en diagonal, contrasta con el negro de la pizarra de la zona del spa y de la cocina. Los electrodomésticos en la zona de la cocina están perfectamente escondidos tras unos muebles de mismo tono grisáceo de las paredes, y la campana extractora, que parece una obra de arte contemporáneo, preside la estancia con sus incontables listras de cristal oscuro.
Photos: Stephan Zahring
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