COCINA. Mesa adquirida en Tado, sillas Tolix, en Francisco Segarra, cojín de lino con raya roja, en El Rastro. La jarra, los boles y los vasos verdes son de Los Peñotes; el mantel es de In Dietro. Lámpara de techo, de Natura Accent. Fregadero y grifería, de Ikea. Las estanterías y el escurreplatos proceden de la misma firma. Las vajillas son de Zara Home y Villeroy & Boch. El reloj de pared procede de Los Cedros. La fotografía de collares es obra de David Burgos en un viaje por Etiopía.
DETALLES EN CLAVE NATURAL. Plantas y flores aportan frescura y naturalidad a los espacios. Arriba, macetero collage, adquirido en Ad Hoc. A la derecha, cabezas de renos, en el estudio de interiorismo de Luis Galliussi. La bandeja cuadrada de color pistacho es de la firma Designers Guild. Jarrones y flores, procedentes de Los Peñotes. Las tazas blancas son de Zara Home. Sobre la mesa, a la venta en Tado, flores de Los Peñotes; al fondo, detalle de dos sillas Tolix.
Al comprar esta vivienda, su propietario se encontró con una casa en muy malas condiciones. Sin embargo, contaba con mucha luminosidad, lo que le reafirmó en su elección. “La reforma tuvo que ser integral y en el proceso tuve varias sorpresas: la obra dejó a la vista los techos abovedados de ladrillo y las vigas de madera originales, que habían estado ocultos bajo el falso techo; además, descubrimos un altillo, en el que he colocado una cama”, explica. En la intervención, en la que contó con la ayuda de Rafa Heras, un arquitecto amigo, se eliminaron tabiques para que la luz natural se convirtiera en la auténtica protagonista de los nuevos ambientes, más amplios y abiertos. Se optó por unos acabados en los que priman el color blanco y la madera con acabado natural, en un estilo típicamente nórdico, cálido y acogedor. En este marco, el interiorismo es una combinación de estilo ecléctico en el que clásicos del diseño disfrutan de la compañía de otras de orígenes tan dispares como mercadillos o de Ikea. Y una última clave decorativa: “He optado por muebles de factura sobria para así jugar con el color en los complementos y textiles”.
ESTILO Y COLOR. La cama se ha vestido con ropa de lino blanco y lila, de Nobilis. De esta misma firma son los cojines de terciopelo rosa y blancos; los de color rosa-fresa proceden de In Dietro; y los que simulan retratos masculinos son del estudio de Luis Galliussi. Mesilla de noche adquirida en Vingon.
La lámpara con pie plateado es de Becara y el flexo articulado, de Jieldé, en In Dietro. Vestido rosa de la firma londinense Minauk.
La alfombra es un diseño de M CH.
BAÑO. Lavamanos y grifería de Gunni & Trentino. El aplique de luz lo halló el propietario en El Rastro. Los cuadros, láminas y dibujos enmarcados que se distribuyen sobre las paredes se han adquirido en mercadillos como los de El Rastro de Madrid, Las Pulgas de París o Portobello, en Londres, en Buenos Aires... Algunos son también fotografías del propietario y regalos de amigos. Las toallas -sobre el taburete amarillo de rejilla, de Los Peñotes- proceden de Dolz Colección. La clásica goma Milán, de tamaño XL, se halla en La Integral.
Jabón y geles de Los Peñotes.
TOQUES CON CARÁCTER. Arriba, detalles en clave rosa: cojín de Nobilis; manta de Etro; cojín de lino, de In Dietro, y alfombra de M CH. Junto a estas líneas, con toques verdes: bandeja de plata de Zara Home; vaso portavelas de Becara. El corazón y el florero de cristal verdes, así como el bote de gel, se encuentran en Los Peñotes. A su izquierda, papel de pared de la firma Osborne & Little adquirido en Gastón y Daniela. Lámpara-flexo de pie, modelo Signal, de Jieldé, en In Dietro.
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