Cómo decoras la parte exterior de tu casa es tan importante como cuando lo haces con la parte interior, puesto que ello ofrece a los visitantes una primera impresión de lo que verán a su ingreso. ¡Así que no la descuides!
Coloreando la casa
El color de la fachada de tu casa dependerá tanto de tu propio gusto como del estilo de la vivienda, procurando que no desentone con la del resto del vecindario. Se recomiendan colores claros (pero no tanto, recordando que suelen ensuciarse) con algunos detalles más oscuros que hagan contraste.
Si lo prefieres, puedes optar por recubrirla de algún material que la haga más práctica de limpiar, como piedra o mayólica. En caso de que recién estés construyéndola, quizás no tarrajearla sea también una alternativa. El simple ladrillo encerado, con los toques adecuados, le da a muchas casas un aire rústico encantador.
Toc, toc, ¿se puede?
La puerta principal es lo primero que se busca al observar una casa, dándonos inmediatamente cuenta si va acorde o no con el resto de la vivienda. Puede ser simple (si ya el color de la pintura o el material es muy llamativo) o tener algún elemento decorativo. Aplica aquí criterio y gusto. Si la puerta de acceso es de madera, puede estar tallada con un diseño acorde.
Recuerda, además, que las puertas de exterior no solo cumplen una función estética, sino que son también las encargadas de resguardar la seguridad y la privacidad de tu casa. Aunque por lo común son de madera también tenemos las laminadas y las de acero, hay varios diseños que ya suelen incluir ventanas o vidrios opacos. Tienes la opción de pintarlas o simplemente barnizarlas sin cubrir su color natural.
Si deseas hacerla aún más acogedora, puedes incluso agregar un par de maceteros y un bonito tapete para limpiar los pies en la entrada. Jarrones y adornos de barro son también aconsejables, sobre todo para aquellas casas con rejas y una espaciosa separación entre esta y la puerta principal. Así mismo, considera unas cuantas luces estratégicamente ubicadas para iluminar y darle calidez por las tardes/noches a tu vivienda.
Ventaneando…
Las ventanas, por lo general, siguen un diseño acorde a la puerta principal. Dependiendo su diseño y con qué tanto espacio cuentes, puedes incluir unos cuantos detalles exteriores que las haga resaltar, como un tiesto con flores o varios maceteros pequeños.
Las rejas también pueden ser, además de protectoras de tu hogar, bastante decorativas. Busca modelos de fierro que sean llamativos y seguros también. ¡Te aseguramos que tu fachada tendrá un look muy lindo!
¡Aprovecha el jardín!
Si posees un jardín, puedes sembrar tus propias plantas, incluyendo arbustos. Eso sí, evita sobrecargar el espacio y busca la armonía de los elementos seleccionados. Dependiendo de con cuánto metraje cuentes, puedes incorporar más detalles como una pequeña banca o fuente.
El que cuentes con una reja o cerca también te permite otras posibilidades decorativas como plantar una enredadera o, mejor aún, flores, para contribuir a darle vida al material frío. También puedes darle forma a los arbustos podándolos y poner en juego tu creatividad.
Y, ¿por qué no incluir coloridas piedras, muñecos u otros objetos como los tan populares gnomos de jardín? Le dan un aspecto muy divertido al espacio, así como una vista muy cuidada de tu casa.
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