La pizarra puede estar cortada en hojas más o menos espesas. Para el suelo y la pared, podemos utilizar hojas no pulidas de pizarra que conservarán sus irregularidades. Según sea tus muebles de cocina, puedes elegir entre pizarra gris pálida, otras azuladas o incluso con reflejos verdes. La pizarra es un material vivo que aunque resiste bien al calor, es frágil, por lo que es aconsejable reservar este tipo de revestimiento para las partes menos utilizadas de la cocina. La madera o o el acero inoxidable cepillado pegan muy bien con la pizarra o la lava.
La piedra de lava se consigue a través del trabajo con lava volcánica. Calentada, se le añaden pigmentos coloreados antes de formar placas cortadas a medida para las superficies de trabajo y los suelos. La ventaja que tiene este revestimiento es que se puede definir el tinte que más nos conviene. Además, es perfectamente resistente al calor y muy resistente a golpes y rasguños. Su principal inconveniente es su elevado precio.
En cuanto a colores y tonalidades... el amarillo es perfecto para este tipo de cocina. Ponga el amarillo en su cocina. Amarillo huevo, paja, sol, girasol, ocre o pastel,... cualquiera de estas tonalidades es ideal y ofrece una gran belleza sea cual sea su intensidad. Por ejemplo, con la pizarra, el amarillo aporta un verdadero rayo de sol en la cocina. Combinaciones excelentes con el amarillo, pueden ser las siguientes:
Blanco y amarillo: Embaldosado blanco con friso amarillo vivo y mobiliario de madera vivo y mobiliario barnizado amarillo pastel. Puede ser una excelente combinación.
Azul y amarillo: Esta combinación es clásica y moderna a la vez. Muebles con fondo amarillo y contornos pintados de azul pastel y embaldosado con motivos amarillos, azules o blancos.
Naranja y amarillo. Esta combinación está reservada para los cocineros más audaces. Paredes pintadas con tonos anaranjados, embaldosado de madera amarillo claro y mobiliario barnizado en tonalidades naranjas.
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